El cerebro y el corazón y los microtúbulos funcionan como computadores cuánticos. Sus electrones, su luz, son objetos cuánticos, son Qbits, bits de información que pueden estar en dos estados opuestos a la vez, en + y en – a la vez, acá y allá, en on y en off a la vez. Este objeto del diseño de nuestro sistema computacional es opuesto a la razón, es paradójico, contradictorio y da origen a una nueva visión de la psiquiatría, psicologia, la salud y la enfermedad.
Los microtúbulos del citoesqueleto de las células son los Qbits que por debajo de las neuronas, incluso en las células, «piensan», procesan la información, originan la conciencia.