SPG SENSOPULSOGIMNASIA CUÁNTICA Escuchar audio con la terapia
SOMOS ENERGÍA, CONOCERLA ES CONOCERNOS Sensopulsogimnasia y Sensoterapia son técnicas para enseñar a sentir, pero mejor aún a transformar cualquier estado displacentero en placentero. La idea es aprender a conocer la energía que produce nuestras sensaciones y a manejar esas energías y sensaciones a nuestro favor. Son dos pilares: 1) reinterpretar como bueno lo que nos parece desagradable y 2) técnicas para lograr esta transformación.
En este sitio usted aprenderá sobre su energía, sobre su naturaleza musical y lumínica, al hacerlo le dará el recipiente adecuado, aquel que no la juzga ni la encasilla con nombres que no son los reales. Por eso utilizaremos el lenguaje de la física porque son los físicos los que con más inspirada y ferviente devoción han consagrado su vida al estudio de la luz y a la veneración por el universo y las estrellas, por su gravedad y su unidad con lo terrenal y el micromundo de las partículas. Las fronteras entre ciencia y religión cada vez son más estrechas, finalmente todos somos devotos de la luz. Según Einstein para la luz que salió del big bang no ha pasado ni un segundo porque a la velocidad de la luz el tiempo no transcurre. Los fotones son eternos, pueden estar aquí y en otra galaxia a la vez, son luz. Dios también está en todas partes, es eterno y es la luz, según todas las religiones. Lo que más se parece a la definición de Dios es la luz. Todos somos devotos de la luz y de la energía y todos buscamos esa gran unificación con el todo. Espero que el lector no se asuste cuando le digo que de la mano de la física cuántica iremos entendiendo nuestra energía, nuestro sentir, nuestra conciencia o incluso la luz divina porque vamos a descubrir que al entender nuestras sensaciones en términos de fotones, electrones y cuantos, aquella física mal entendida que tanto nos traumatizó en la secundaria se hace comprensible, agradable e imprescindible pues nos libera de tener que enclaustrar nuestra luz, energía y conciencia en el estrecho, limitado e inadecuado recipiente de: los conceptos, las doctrinas, las creencias, los tabus, los temores, los prejuicios y las afirmaciones infundadas, supersticiosas, míticas, culposas, malintencionadas o simplemente malentendidas y malinterpretadas. No hemos entendido la física cuántica simplemente porque no entendemos nuestra mente y nuestro sentir, pero de la mano del sentir vamos a entender que la cuántica es no solo comprensible y explicable, sino también, coherente, unificadora y más liberadora de la conciencia que cualquiera de las actuales religiones ya gastadas, manipuladas y mal interpretadas. Enfermedades como la psicosis, la depresión, el pánico, se originan por ignorar las leyes y fenómenos cuánticos que se están expresando a través de ellas. Al conocer las leyes cuánticas y aplicarlas al sentir, lo que antes era una debilidad se convierte en nuestra mayor fortaleza. Desconocemos nuestra mente por no entender la física cuántica y no entendemos la cuántica porque desconocemos nuestra mente. A los físicos les asusta lo mental, lo sensible, el hemisferio cerebral derecho (simbólico), lo religioso y a los estudiosos de lo espiritual y del hemisferio cerebral derecho les espanta la cuántica. Despectivamente los físicos opinan que lo mental es imaginación, sin embargo saben que sin comprender el fenómeno de la conciencia del observador, la física termina también en lo imaginario. Una ama de casa no necesita saber termodinámica para entender de que manera la olla a presión cuece los frijoles, pero intuitivas nociones de la energía le permiten entender la física doméstica. No se requiere una comprensión profunda de la cuántica, basta con captar de una manera intuitiva aquellos de sus conceptos que simplemente nos permitirán manejar con un nivel «doméstico» los cotidianos fenómenos de nuestro cuerpo mecanicocuántico. Lea la información de este sitio como cuando sale a caminar. Hay elementos del paisaje que lo atraen, otros le pasan inadvertidos, no intente captarlo todo de una vez. Cada día tenemos un ensueño y sólo vemos aquello que encaja y es isocrónico con ese ensueño. Aceptemos que hay cosas que solo se entienden a su debido tiempo, nunca antes ni después. Mañana, desde otro ensueño, veremos lo que hoy no vemos. Algunos temas son como «un álamo aislado», más adelante está «el bosque de álamos», luego de entrar en ese «ensueño de álamos» al repasar el camino andado verá que «hay álamos que no vio en la primera pasada» y que hay álamos por todas partes. El objetivo más que entender, es lograr que los conceptos muevan y estabilicen energía, tener conciencia del cuerpo, de la energía, conciencia de la conciencia.
ATRACTORES CAÓTICOS O ESPIRALES
En una salida al campo con mi
familia, mi hijo de 10 años me mostró un remolino entre dos
piedras de un arroyo, lo especial era que dicho remolino desplazaba arena
hacia arriba, como si fuera un tornado dentro del agua. Le expliqué
que, según un científico llamado Prigogine,
esa era una estructura disipativa. Estructura porque tenía
forma, tenía cuerpo y disipativa porque el agua y la arena entraban
y salían disipándose. Le expliqué que los seres vivos,
los átomos, los soles, la llama de una vela y el pulso eran estructuras
disipativas como ese remolino de agua y arena porque en ellos entra y sale
materia y energía continuamente pero sin dispersarse ni perder la
forma. Le echamos más arena y por unos instantes fue más
notorio el remolino, pero rápidamente se quedó atrapada en
esa estructura la misma cantidad de arena que tenía desde el principio.
Solo al bloquear un poco la corriente desapareció la estructura
pero reapareció al dejar fluir de nuevo la misma cantidad de agua.
El remolino
era un cuenco atractor
que mantenía una cantidad
de arena más o menos constante entrando y saliendo, pero a su vez,
las condiciones de flujo, velocidad, presión etc conformaban otro
cuenco atractor (invisible) que hacían que con esas condiciones
y no con otras, colapsara allí un remolino. Le expliqué a
mi hijo, aprovechando estos cuencos atractores, que el aura
era un cuenco
atractor similar, que contenía las condiciones requeridas para colapsar
dentro de nosotros el pulso de nuestro corazón
. Que a su vez el
pulso era un remolino energético, un cuenco atractor
como ese remolino de agua que traía arena y que así como
podíamos mermar o aumentar el flujo de energía o de agua
cambiando esos atractores, yo con la Sensopulsogimnasia (SPG) hacía
estímulos con mi mano
, mi respiración, mis ojos y todo mi
cuerpo para intensificar ese remolino energético del pulso de mis
pacientes
. Que cuando alguien se enfermaba era porque algo le estaba bloqueando
el flujo de energía y por lo tanto cambiaban las condiciones del
cuenco atractor que le daba tono y vitalidad al remolino
de su pulso. Que
la muerte ocurría cuando el remolino energético que se autoentretiene
en el pulso se disipa del todo como desaparecía el remolino al mermarle
el flujo de agua. En nuestro cuerpo hay atractores invisibles, campos que
propician que nuestra vida se estructure sin congelarse y se disipe
sin disolverse. El cuerpo es un remolino de remolinos. Somos un atractor
hecho de atractores y lo que le pase a cada uno de sus remolinos afecta
al gran remolino corporal y viceversa.
PERCIBIR ES OBSERVAR UN CAMBIO, UNA VARIACIÓN
SPG: SensoPulsoGimnasia
son tres letras de tres palabras que integran lo que siempre ocurre en
un ser vivo cuando percibe. Senso (S) hace referencia al cambio
en sus sensaciones que son variaciones en las oscilaciones eléctricas
(S) de sus neuronas y células. Pulso (P) hace referencia
al cambio
en el flujo sanguíneo que siempre va de la mano
con (S) el cambio en el sentir. La G de Gimnasia implica
que todo acto sensible (S) y vascular (P) activan un movimiento muscular
(G). Pero la vía opuesta también ocurre: un cambio súbito
de actividad muscular (G) acelera el pulso (P) y electriza la piel con
un nuevo escalofrío (S). Al medir el Senso con electroencefalogramas
EEG o al medir los cambios
vasculares (pulso) con secuencias de imágenes
del flujo vascular mediante resonancia nuclear magnética (RNM),
se descubre que el cerebro es como un arroyo en el que aparecen y desaparecen
remolinos de sangre (P) y energía (S). Esos remolinos, llamados
atractores, se hacen más intensos en el lóbulo temporal si
el estímulo fue auditivo, o colapsan en el lóbulo occipital
si el estímulo fue visual, o se detectan en el lóbulo
temporal si fue un olor el que perturbó el "arroyo cerebral". En
el "arroyo cerebral" se observa que si en un tiempo t2 se olfatea
un aroma que es diferente al que había en t1, se cambia
el atractor (SP) que había en t1 por un nuevo remolino de energía
(S) y sangre (P) en el tiempo t2. Eso significa que hay un "reseteo"
de la información (SP) entre el anterior olor de t1 y el nuevo de t2
. Así percibimos mediante comparación de como cambiaron
las resonancias cerebrales desde t1 hasta t2
. Esas resonancias o remolinos
son posibles de ver como
punticos y anillos
de colores
frente a los ojos (S) y son
sentidas como una determinada excitación del pulso (P)
y ambas S y P
se
acompañan de una determinada tensión o mueca muscular G. Esa
S, ese P y esa
G cambian en t2 con el siguiente impacto sensorial
.
Sentimos con la sangre. Un electroimán
se hace al pasar corriente (un flujo de electrones) por la espiral
de una bobina hecha de alambre de cobre (así se induce un
campo magnético). A su vez, un imán moviéndose
dentro de una espira de alambre induce corriente
(así se prende
una moto). En el cuerpo ocurren esta inducción cuando los microimanes
de la ferritina de la sangre inducen corrientes (S)
al desplasarse por esas «bobinas» arteriales que forman
las espirales musculares en el corazón y los vasos sanguíneos.
Esas corrientes al variar
(cambiar de atractor) redistribuyen el flujo
(P) y en consecuencia la intensidad del imán. Es decir, a mayor
flujo de ferritina (P), mayor campo (S) y mayor electricidad
(S). Esa electricidad incrementada (S) y campo ampliado (P)
es un nuevo
atractor en t2 que viaja por las arterias (P), los conductores corporales,
que
llegan hasta la piel produciéndonos los cambios en las sensaciones
(S) las cuales nos hacen respirar y movernos (G). Ese flujo eléctrico
(S) que es captado por el ECG
, es inductor y es inducido por campos
magnéticos. A estos campos tradicionalmente se les ha llamado
aura energética. La prueba de que esos flujos del cerebro (y
del corazón) llegan a la piel (S) son los electrodos del electroencefalograma
EEG o del electrocardiograma ECG que amplifican las oscilaciones en corazón
y cerebro desde la piel. Otro aparato que confirma estos campos es el magnetoencefalograma
MEG. Este último, basado en dispositivos superconductores que hacen
mediciones mediante interferencia cuántica (Squids: Superconductive
Interference Quantic Device), detectan y miden los sutiles cambios
que
pensamientos y sensaciones producen en el campo magnético cerebral.
RAYAR DIBUJANDO LOS ATRACTORES DEL CEREBRO
En la noche, despuás de ver el arroyo preocupado por ver demasiados tics
(G) en
el rostro de mi hijo, lo puse a hacer rayas en un papel para que
tratara de sentir (SPG) esa energía, ese atractor
(SP) que lo inducía
a hacer esas muecas (G). Busacaba que al rayar (G) pasara
esas fuerzas (SP) a su mano. Dibujó espirales al ritmo que
movía (G) sus labios sus cejas y su nariz hasta que fue logrando
hacerse consciente (SPG) de ese campo que lo perturbaba.
Noté que sus tics eran un "remolino", un bucle pulsante
, un atractor
(SP que desaparecía cuando lo absorbía el "remolino" de
su mano (G). Rayar era otro bucle pulsante en la mano que absorbía
esa fuerza. Pensé que en él y en todos nosotros hay dos remolinos
gemelos
como los que descubrimos en el arroyo, uno era su remolino de energía
consciente asumida y bien respirada (SPG), sus muecas normales y armónicas
(su yo consciente) y el otro era el remolino de sus tics, su no yo (formado
por el super yo y el ello instintivo en los términos del psicoanálisis).
A éste no yo, en la Sensoterapia no se le racionaliza, ni se le
pone nombres, simplemente se le maneja como el remolino de la energía
(SP) por asumir
(G). Ese (SP) es el campo áureo no alcanzado
aún, los cuencos atractores que nos halan a actuar (G) pensar
o ser de una determinada manera. Esos remolinos probables que nos atraen
a caer en ellos se les llama atractores extraños o cuencos atractores.
Son las tendencias (estadísticas) que nos enmarcan son nuestras
ondas de probabilidad, los hábitos más comunes, la
herencia. Los atractores determinan y son nuestros impulsos, instintos,
patrones rítmicos, patrones de acción fijos, campos
de resonancia mórfica. En síntesis: Somos un atractor hecho
de atractores.
LA LEY DE LOS ESPEJOS. LAS PARTÍCULAS GEMELAS
En aquel arroyo se formaban dos remolinos
gemelos . A escasos 6 centímetros de este cuenco atractor condensado de agua y
arena
,
giraba en sentido contrario otro remolino más pequeño y que
también arrastraba arena. Algunas de las partículas pasaban
de un remolino al otro y luego retornaban o se escapaban de los dos. Los
cambios que inducíamos en el remolino grande se reflejaban también
en el pequeño. Era como si un remolino fuera el gemelo del otro.
Aunque estaban correlacionados, no podríamos decir que el uno fuera
la causa del otro, eran más bien como las dos vertientes ying y
yang de una única energía de la que se desprendian y por
tal razón eran complementarios, no se podía afectar uno sin
que el otro no se viera afectado. Esta es la ley de los espejos y
siempre se cumple en el cuerpo. Por ejemplo: El bucle
tálamo cortical es un remolino con centro en la mitad del cerebro
(el tálamo) que se repite en la pelvis con centro en los genitales
y en el pecho con centro en el corazón. Así como hay una
retroalimentación entre la piel de las caderas y los genitales excitados,
hay una reentrada entre la piel del tórax y el corazón y
la "piel del cerebro" (la corteza) y su eje central el tálamo. Lo
que pase en cada uno de estos remolinos se refleja en los otros.
EL TÁLAMO CONECTA 2) LAS PARTES DEL CEREBRO Y 1) A ÉSTE CON EL CUERPO
El
tálamo está en el centro del cerebro y según
Rodolfo Llinás7 (autor del libro I of
the vortex) el tálamo es como el eje de una bicicleta, emite sus
“radios” hacia la corteza llevando la información que recoge de
los sentidos. La piel y los sentidos
son media rueda la otra media rueda faltante es la corteza cerebral. Pero
ocurre que por cada una de estas fibras que sale del tálamo hacia
la corteza hay 10, o a veces 99 que de la corteza regresan al tálamo
modulando desde el “ensueño interior” subjetivo esa información
que llega del mundo exterior objetivo. Se forma así un bucle tálamo-corteza-tálamo
que oscila en los 40 ciclos por segundo de la banda gamma. Ese bucle rumia
el ensueño interno del neocortex y es sobresaltado por las aferencias
que entran por el tálamo desde los sentidos. El
tálamo, que es el eje de la rueda, conecta entonces 1) el cuerpo
con el cerebro y 2) el cerebro entre si. El tálamo, dentro del cerebro,
pone en fase la música de dos sistemas neuronales de la siguiente
manera: 1) El circuito específico, recoge
la información de por ejemplo una manzana y la lleva por el tálamo
a los distintos “radios” de la corteza para que ella haga eco en el área
visual, auditiva, olfativa, mientras 2) el circuito
inespecífico tálamo – cortical es
un bucle que hace un barrido rostrocaudal, en forma de parabrisas, que
lee cada 25 ms todos los radios corticales, generando “la película
de la realidad” cuando compara de que manera cambia esa manzana en los
distintos radios de la corteza, de un cuadro a otro, pasando 40 cuadros
por segundo. Un cuadro del t2 lo compara en su variación con el
cuadro que le precedió en t1.
EL CEREBRO DE ARRIBA Y EL DE ABAJO
El cerebro es una gran espiral superior pero tiene su
imagen en espejo inferior, un remolino gemelo
en la espiral pélvica
.
Si pensamos que la piel pélvica es la corteza (la rueda de una bicicleta)
y los genitales son el tálamo (el eje) existe una radiación
desde el eje a la periferia y nuevamente al centro que permite la excitación
el fluir de campos (S) pulsaciónes y erecciones (P) y tensiones
musculares (G) del centro a al periferia y nuevamente al centro. En la
excitación sexual, los genitales son un remolino inferior en el
que mientras más se agudizan las corrientes eléctricas de
su vértice (tonos agudos), más ancha, más inclusiva,
se hace la boca de ese remolino, sentida como tensión pélvica
creciente o un mayor tramo de piel sensibilizado, mayor coherencia
local de la sangre (tonos bajos) es decir, mayor erección
y viceversa a mayor erección (bajos) más puntuales y eléctricas
se hacen las sensaciones del vértice del remolino (agudos). Esta
es la LEY DE LOS OPUESTOS y también ocurre en el entrecejo
donde se pueden ver unos minúsculos punticos vibrantes y de colores
(tonos agudos). Por ley de opuestosPLO mientras más grande
se ve el fondo de una espiral, más pequeño se ve el centro.
Nos integran (binding) tres «ruedas de bicicleta»: Una en el cerebro, otra en los genitales y otra en el pecho. Somos conscientes por un bucle entre el tálamo y la corteza, pero el placer es un bucle entre genitales (tálamo) y piel (corteza), la respiración un bucle entre corazón y piel de tórax y El binding entre estos 3 bucles (o ruedas): genital, respiratorio y cerebral es música.
LAS ONDAS CEREBRALES DELTA, TETHA, BETA, GAMMA
El cerebro y el cuerpo son como un arpa, tiene tonos bajos (ondas Delta en el EEG con 1 o 2,5 ciclos/seg), intermedios (ondas Theta 5-10 Ciclos/seg) y agudos (ondas Gamma 40 Hz). Esas notas forman un bucle una espiral musical que pulsa entre tálamo en el centro del cerebro (el eje de una rueda de bicicleta) y la corteza (la rueda). Los radios de esa rueda son unas conexiones que se llaman la radiación tálamo cortical y por ellos fluye un bucle de integración (binding) que correlaciona todas las partes del cerebro con el centro (el tálamo). Ese bucle tálamocortical son ondas, campos, fotones, colores y se puede ver con los ojos cerrados. Muchas personas, al cerrar los ojos, ven anillos de colores que formando un cono espiral se van alejando hasta convertirse en un lejano punto o ven un punto cercano (un tono agudo) que se va abriendo en anillos cada vez más amplios (tonos bajos) los cuales se convierten en una inmensidad frente a los ojos (un superbajo). O al cerrar los ojos ven una inmensidad al frente que lentamente se acerca y los comprime en el enfoque cercano (agudos, el vértice del remolino). Ellos se sienten expandidos (bajos) cuando el enfoque es lejano (un bajo, la boca del remolino) y contraidos (G) cuando el enfoque es cercano. Otros a veces se sienten inmensos (bajos) y luego minúsculos (agudos) o el cuerpo inmenso y la cabeza pequeña o viceversa. Todas estas sensaciones opuestas son un remolino, son las diversas expresiones de un único fenómeno común, son la percepción del propio campo de energía, de la envoltura áurea la cual es el campo magnetico inducido por el flujo de voltajes en el cerebro y que son reconocidos por los neurologos como las ondas del EEG: (delta alfa, beta, theta y gamma). Como ese arroyo cerebral pulsa y fluye de unos atractores a otros, ese campo (S) también pulsa (P) y despierta G en los músculos. Al expandirse (alejarse) nos relaja (bajos) y al contraerse (acercarse) nos tensiona (agudos). Es como un gran corazón magnético que nos rodea.
No
sabemos sentir. Confundimos el sentir con el pensar, deberíamos
aprender a decir “siento luego existo” en lugar de caer en el “pienso luego
existo”. En una sinfonía y en la vida podemos estar atentos a los
tiempos cortos como los del violín o podemos ignorar este hilo “continuo”
y sólo atender a las repeticiones que, como los golpes de un tambor,
se tardan más en volver. A menudo solo sentimos cuando hay dolor
o sólo somos conscientes de nuestro sentir con cada final de un
ritual, algunos sólo al final de la vida se enteran de haber vivido.
Cuando un ciclo se repite la comparación entre esos dos tiempos
nos permite la reflexión. A mayores repeticiones mayor reflexión,
mayor consciencia. En el cuerpo un tono bajo o muscular (una Gimnasia)
es un ciclo lento que como el del tambor tarda más en repetirse.
Los ciclos medios son propios del corazón, del Pulso (P) y los ciclos
altos, como los del violín, son propios de las ondas cerebrales.
Estos tonos altos se sienten como un escalofrío eléctrico,
que llamaremos Senso (S) por ser el responsable de las sensaciones, se
detecta con electroencefalogramas (EEG) en la piel de la cabeza y con electrocardiogramas
(ECG) en la piel del pecho y las extremidades.
La
energía es música, vibración, ciclos que se repiten,
ondas que se agitan en “el mar cerebral”. Esas ondas eléctricas
en las neuronas, al igual que las olas del mar o las cuerdas de un piano,
también tienen tres tonos básicos: los tonos altos que vibran
cerca de 40 ciclos/segundo se les llama la banda de ondas gamma, los tonos
medios que vibran a 10 ciclos/segundo se les llama banda de ondas tetha
y los tonos bajos 1 ciclo/segundo, se les llama la banda delta. La frecuencia
de 1 oscilación/segundo es también el ritmo del corazón
y de muchos movimientos voluntarios, es un tiempo (una negra, dos corcheas)
para el director de orquesta. El cerebro de los reptiles despiertos oscila
a 1 ciclo/segundo. Sentir es resonar. Somos ondas hechas de ondas. Somos
ondas cortas galopando sobre largas. Somos energía sintiendo la
energía. Esa marea de ondas interfiriendo entre sí (Senso)
forman un arco iris de anillos de colores y punticos posibles de ver al
cerrar los ojos o frotarse los párpados. Esos punticos son electrones
que nos hacen zumbar los oídos y corren por la piel en forma de
escalofrío. Ese sonido interior que, como el violín marca
los tiempos cortos, es la batuta que agita al marcapasos cardíaco
(Pulso) y ambos (Senso y Pulso) tensionan los músculos para que
ellos, al ejecutar los tiempos largos, sirvan de onda portadora del sentir.
La SensoPulsoGimnasia nos hace con-scientes cuando sincronizamos el cerebro
(S, tonos altos, tiempos cortos) con el músculo (G, tonos bajos,
tiempos largos) a través de los intermedios del corazón (P).
CÓMO
PERCIBIMOS EL PASO DEL TIEMPO? Cuánto dura un flash de la consciencia?
Dura 4 segundos, dura 1 segundo,
1/10 de segundo, 1/40 de segundo?. La corteza (el piso superior del cerebro)
es como una rueda cuyos radios confluyen a su eje que es el tálamo.
Ese eje conecta todas las partes del cerebro; pero también todos
los sentidos son “radios” que igualmente confluyen a ese eje de resonancia
entre el tálamo y la corteza. El tálamo es el eje anatómico
y funcional del cerebro, es la sede de la consciencia. Desde el tálamo
percibimos los eventos en forma discontinua como los cuadros de una película
que pasa a 40 fotos por segundo (una cada 25 milisegundos). Los movimientos
lentos de los enfermos del mal de Parkinson ilustran esta discontinuidad
porque “sus fotos” duran más de los 25 ms, en cambio la inquietud
de los pacientes con tics ocurre porque sus “fotos de cosciencia” duran
menos de 25 ms. En las personas normales, cada 25 milisegundos (ms) una
onda de la “batuta talámica” recorre el cerebro de adelante a atrás
y toma una “foto de consciencia”, escanéa las ondas que por los
sentidos llegan en “ese ahora” de 25 ms y las compara con las oscilaciones
neuronales propias del siguiente “ahora”, después con la “foto”
de los siguientes 25ms, luego con el otro barrido de 25 ms, y así,
en 100ms ha comparado cuatro “fotos”, cuatro “ahoras”. Los 25 ms de una
“foto de consciencia”es un tiempo muy corto para “nosotros” que sólo
nos percatamos de un ahora cada segundo cuando decimos, siento, siento,
siento, siento, una vez cada segundo, con cada “lup dup” del corazón,
es decir con cada Pulso. Un “lup dup” del corazón es una onda (P)
en la que cabalgan 10 cuadros de la banda tetha de 100ms de duración
y 40 cuadros de la banda gamma (de 25 ms)
Si
estamos atentos “al violín”, los tiempos cortos, un sentir puede
durar un cuadrito de los más pequeños (25ms) o un pulso P
de un segundo; pero si estamos atentos al tambor durará 4 respiraciones
(G) o hasta todo el cuadro (16.000 ms). Cada “foto” o barrido del tálamo
dura 25 milisegundos (40 barridos
de 25 ms son 1000ms es decir un Pulso de 1 segundo), lo cual significa
que un sentir puede ser una foto de 25 ms de duración si se percibe
en la banda gamma (el violín), pero también es una foto de
100 ms para la banda tetha o es una foto de 1 segundo (1000ms) de las tomadas
en la banda delta o en cada pulso del corazón (P).
SINCRONIZAR
MUCHOS TIEMPOS EN UNO SOLO. Según
el neurofisiólogo Rodolfo Llinás “tardaríamos tres
días en cantar un gol” si cada neurona lo cantara aislada. Pero
tenemos un director de orquesta en el cerebro, llamado el tálamo,
cuya batuta recorre el cerebro 40 veces en un segundo acompasando en 1/40
de segundo todas las neuronas que están cantando ese gol. Ha sido
ampliamente demostrado que la sincronía o el enganche
de fases es el mecanismo a través del cual las distintas poblaciones
neuronales se unifican para “cantar un gol a una sola voz”. Pero esa sincronía
no sólo ocurre entre las distintas poblaciones neuronales del cerebro
(Senso), esa onda de coherencia debe descender a lo visceral, ser sentido
con la sangre al sincronizarse con el pulso del corazón (Pulso)
y hacerse movimiento al galopar sobre el ritmo muscular (Gimnasia). Esto
es hacerse “con-siente” mediante la SensoPulsoGimnasia (SPG). Es mediante
este alineamiento de ondas altas (cerebro), medias (corazón) y bajas
(músculo) que nos hacemos “con-scientes”. Se ha demostrado que los
músculos vibran, aún en reposo, con un tremor fisiológico
a 10 oscilaciones /segundo. Esto significa que por cada 4 movimientos de
la batuta del tálamo se da uno del tremor muscular. Todo nuevo movimiento
se inicia en fase con ese tremor, es decir que galopando sobre esta “batuta
muscular” se ejecutan los ritmos motores, es decir los tiempos largos de
1 a 4 segundos.
PENSAR
ES UNA GIMNASIA. 4 segundos son el tiempo en el que se puede recitar
un verso son como para definir que: “soy consciente porque
escucho veo y
siento”. Cuatro versos (16 pulsos cardíacos, 16 “tiempos” o
subrayados) forman una estrofa:
“soy
consciente porque escucho veo y siento” (S)
“pero5 sentir6 no
es función7 del
cerebro8”
“Sentir9 ocurre10 en
el corazón11, (P) sin embargo12”
“siento13 en
el pulso14 pero
entiendo15 en
la razón16”(G).
Un verso “con tesis y antitesis a bordo” tarda 15 o 16 segundos en ser pronunciado o pensado, lo cual significa que en un minuto hemos recitado cuatro estrofas como las anteriores. Al hablar en voz alta o al discutir con nosotros mismos o con las imágenes mentales de nuestros interlocutores o al recitar una oración hacemos SensoPulsoGimnasia, alineamos: altos, medios y bajos, tiempos cortos con medios y largos, estableciendo relaciones de 1 a 2, a 4 a 8, 16 .... lo cual es una escala de octavas. Esto implica que nuestro sentir es música y cuando nosotros estamos pensando, cantando o recitando las 12 o 16 sílabas de un verso y los 4 o 16 versos de un argumento nuestro cerebro (S), corazón (P) y sistema muscular (G), están resonando en octavas musicales, armónicas y comparando tiempos largos (4, 16 segundos) con los cortos (25, 100ms), las notas bajas (G) con altas (S). Estas relaciones armónicas donde la frecuencia baja es la portadora de las frecuencias altas forman los distintos niveles y tiempos en los cuales somos conscientes.
De esta secuencia se deduce que somos conscientes cada 25 ms, cada 100 ms, cada segundo, cada 4 segundos o cada 16 segundos según si estamos atentos al violín o al tambor, si medimos a los otros tiempos con el sonido interior y los punticos (S), o con el pulso (P) o con la respiración. Si nuestro cronómetro son las estrofas o los rituales y patrones de acción fijos (G), consciencia de si es muy discontinua si lo es la luz y el sonido el sentir se hace un continum. En resumen: ser consciente es hacer música, es sentir los tonos altos (S) del neocortex y alinearlos con los medios (P) del cerebro mamífero y con los tonos bajos (G) del movimiento muscular al ritmo del corazón, es decir con las ondas delta propias del cerebro reptil. Ser con-sciente es hacer SensoPulsoGimnasia SPG, es estar atento y resonante en los tiempos cortos, medios y largos.
Finalmente es con cada pulso del corazón o de la respiración
cuando sentimos que la realidad está sucediendo, que el “río
del tiempo” está pasando. Esa consciencia fluye en nuestro cerebro
como un “sonido cerebral”, como una onda de 10 ciclos/seg sobre la que
cabalga otra a 40 ciclos/seg. De un modo practico, somos conscientes por
un sonido interior, un grillito en los oídos (S), que le da ritmo
al corazón (P) y éste a la respiración (G)
http://www.sensoterapia.com.co
LA
CONCIENCIA ES SINCRONIZACIÓN
La
consciencia es música 1 Hacer consciencia
es darse cuenta, percibir, sentir, resonar, es poner en fase o sincronía
unas ondas cerebrales con otras2, es medir,
es colapsar la función de onda3, es
hacer SensoPulsoGimnasia4. Hacer SPG es conectar la energía
neuronal (S) y el pulso vascular (P) con el yo voluntario, el cual se expresa
a través del músculo (G). Las neuronas del cerebro oscilan
con campos eléctricos variables en cuatro bandas de frecuencia que
son las “ganancias” que nos han quedado de cada estadío evolutivo:
reptil, mamífero y humano por los que hemos pasado. Las ondas delta
del cerebro reptil oscilan de 1 a 2,5 ciclos/segundo o hertz, son propias
de los reptiles despiertos y de nuestro cerebro profundamente dormido en
el sueño de ondas lentas. Las ondas theta (5 -10 c/s) son propias
de los mamíferos5 y del sistema límbico
o hipocampal (el cerebro mamífero). Las ondas alfa (10 c/s) se emiten
durante la relajación, son un estado de sincronización y
descanso del cerebro6 que se perturba por las
ondas beta (20 c/s) cuando hay actividad mental o en el sueño con
movimientos oculares rápidos. Las ondas gamma (40 c/s) forman un
bucle integrador entre el tálamo y la corteza. Hacer consciencia
es hacer música, es poner en fase o en sincronía esta secuencia
de octavas 2,5, 5, 10, 20, 40 c/s, las ondas bajas, intermedias y altas
del electroencefalograma EEG. Ser consciente es resonar, ligar, hacer binding
entre las oscilaciones de un ensamble de neuronas en un área del
cerebro y otro ensamble “gemelo” en otra área8.
El
tálamo está en el centro del cerebro y según
Rodolfo Llinás7 es como el eje de una
bicicleta, emite sus “radios” hacia la corteza llevando la información
que recoge de los sentidos. Pero por cada una de estas fibras
que sale del tálamo hacia la corteza hay 10 o a veces 99 que de
la corteza regresan al tálamo modulando desde el “ensueño
interior” esa información que llega del exterior. Se forma así
un bucle tálamo-corteza-tálamo que oscila en los 40 ciclos
por segundo de la banda gamma que rumia el ensueño interno del neocortex
y es sobresaltado por las aferencias que entran por el tálamo desde
los otros radios de la rueda, los que vienen desde la piel y los sentidos. El
tálamo, que es el eje de la rueda, pone en fase la música
de dos sistemas neuronales. 1) El
circuito específico,
que viene desde los sentidos y recoge la información
de por ejemplo una manzana, la lleva por el tálamo a los distintos
“radios” de la corteza para que hagan eco en el área visual, auditiva,
olfativa, mientras un barrido escanéa en 25 ms todos los radios
corticales desde la corteza occipital a la frontal y pasando en forma de
parabrisas va generando “una película” que compara a 40 cuadros
por segundo las variaciones de esa manzana en los distintos radios de la
corteza. Este binding lo hace 2) el circuito inespecífico
tálamo – cortical.
El barrido
talámico sincroniza en un sólo tiempo de 25 ms los distintos
espacios (radios) y engancha el área olfativa con la visual, la
táctil y con la que
informa cuanto pesa esa manzana que se tiene en la mano. Ligando además
este input con el ensueño
interior, con el contexto. Al hacerlo alcanza
la consciencia de “el ahora” lo que llamaremos el “colapso de la función
de onda”. “Sólo
vemos lo que excita nuestro ensueño, en último termino a
nuestro corazón”. Una manzana es lo que signifique para nuestro
ensueño. Durante el dormir con sueños o aún durante
la vigilia sólo nos despierta del “ensueño” aquellos estímulos
que son isocrónicos, con el bucle tálamo cortical, por ejemplo
el llanto del bebe despierta a la madre. Es decir que sólo vemos
la manzana cuando se engancha en fase con los 40 c/s del bucle tálamocortical,
sólo la vemos si le cambia su amplitud de pulsación. Para
el cerebro “La realidad es un ensueño” Llinás.
Benjamit
Libet9 con estudios electroencefalográficos
detectó que hay un retardo de 500 ms entre un estímulo hecho
en la piel y el momento en el que el sujeto se hace consciente de él.
Ese retardo se da aunque el estímulo sea hecho con electrodos en
el área somatosensorial de la corteza. En conclusión el cerebro
haciendo el binding gasta entre 25 y 500 ms (20 veces 25ms, 40 veces 12,5ms).
Esas comparaciones son música que integra a una determinada aferencia
sensorial con el resto de la corteza y como
veremos más adelante ligándola al corazón que escanéa
el cuerpo cada 500 ms o cada segundo según la frecuencia cardiaca.
Para el corazón la realidad es una película que pasa a un
cuadro por segundo y para la respiración pasa a un cuadro cada 4
segundos.
Las
relaciones o proporciones armónicas entre las distintas ondas del
cerebro serían las responsables del sentir, del asociar y de la
memoria misma. Estos procesos surgen de comparar las frecuencias o intervalos
musicales entre ondas. Jhon Lisman11
de la U. de Bandeis, piensa que la onda theta a 6 ciclos/segundo es una
portadora para la ondas gamma. Caben 7 ondas gamma a 42 c/s en una onda
theta de 6 ciclos/segundo (6 x 7 = 42). Estos 7 tiempos de la frecuencia
alta en un tiempo de la baja (7 veces 6), serían los 7 dígitos
que se pueden retener en la memoria a corto plazo y que permiten recordar
un número telefónico. Son las comparaciones de frecuencias
y el binding las que determinan incluso la capacidad de la memoria.
Hay
autistas sabios “savants” que pueden hacer cálculos
complejos en segundos, tales como: saber que día era el 3 de mayo
de 1828, o que hora es al momento de despertarse con segundos de precisión,
o saber qué número multiplicado por qué otro da 1.234.567.890.
Dos gemelos savants contaron una caja de fósforos de un solo golpe
de vista, un gemelo dijo hay 111 y el otro dijo 37, 37, 37. Dividir las
percepciones les permite tener certeza en los detalles como diferenciar
las milésimas de segundo entre la llegada de un sonido a un oído
y al otro. Allan Snyder 10
opina que lo logran porque no tienen “ese binding”, no tienen que ligar
esa información a su devenir. Por ser autistas ejecutan estos cálculos
en “el nivel inferior del cerebro” sin ligarlos al contexto porque ellos
mismos están “descontextualizados”. Gastamos entre 25 y 500milisegundos
en precisar, en asociar, en ligar las partes al todo, lo mecánico
a lo emocional, los estímulos externos que llegan por el sistema
específico con el ensueño que vivimos en el devenir en
el sistema inespecífico.
LA
CONCIENCIA ES EL COLAPSO DE LA FUNCIÓN DE ONDA
La
base de la teoría cuántica es el principio de incertidumbre
de Heisenberg del cual se desprende que “sólo podemos hablar de
lo que se observa”. Los experimentos con partículas demuestran que
no se puede creer en la existencia de un mundo real allá afuera
independiente del observador. Así como la manzana es importante
según el contexto. Esta “objetividad de la subjetividad” nos obliga
a pensar que para poder entender que es la realidad debemos saber cómo
percibimos. A la medición
que desde el mundo clásico de los objetos macro se hace de una partícula
cuántica del mundo de la energía se le llama el colapso de
la función de onda. Observar
es colapsar la función de onda, percibir y sentir son importantes
porque crean la realidad al observar. La función del cerebro es
colapsar la función de onda y quizá crear la realidad misma.
El premio Nóbel Ilya Prigogine14 afirma
que no se puede hablar de la existencia de seres en el mundo de las partículas
hasta que estos no se hagan devenires en el mundo macro. Sólo cuando
las condiciones están dadas, un cuanto del micromundo se agita y
se amplifica hasta el mundo clásico como un bucle que transforma
el devenir (se hace observable). Sólo se puede decir que ese cuanto
existe, cuando se ha amplificado hasta el devenir clásico, del mismo
modo que el aleteo de una mariposa puede ser amplificado y convertirse
en tormenta si las condiciones están dadas.
UN
GATO VIVO Y MUERTO A LA VEZ
El
experimento de las partículas gemelas de Alain Aspect y muchos otros
que le han seguido, demuestran que hay dos mundos; un mundo Unitario (U),
no local correlacionado, coherente que es el mundo cuántico de todas las probabilidades donde
pueden superponerse el on y el off, donde un gato en el interior
de una caja con uranio radiactivo, mientras no se observe, está
en dos estados superpuestos, vivo y muerto a la vez. Solo cuando se observa
el gato sale de la superposición
cuántica, colapsa la función de onda
y aparece en el otro mundo en el mundo clásico de lo observado,
en el mundo de lo que se ha hecho Realidad Objetiva. Este es el mundo Clásico
newtoniano se está en 1 o en 0, se está vivo
o muerto en on o en off, es el mundo de lo macro, es el devenir según
Prigogine.
PENSAMOS
CON MICROTÚBULOS COMO ESTE
Antes
creíamos que las neuronas podrían ser el substrato de la
consciencia, asociábamos el cerebro a un procesador que funcionaba
con unos y ceros en on (1) o en off (0). Pero según Roger Penrose
y Stuart Hameroff13 la consciencia es cuántica.
El cerebro es una computadora cuántica que trabaja con qbits, es
decir, puede estar en on y en off, en 1 y en 0 simultáneamente.
Más abajo de la neurona está la tubulina, una proteína
que es la unidad fundamental de la que están hechos los microtúbulos.
El citoesqueleto de las neuronas y de todas las células están
hechos de microtúbulos. Cada molécula de tubulina tiene forma
de maní y puede contener en su bolsillo un electrón. Ese
electrón por ser un objeto del mundo cuántico tiene las extrañas
propiedades no locales de los cuántos. Es decir puede estar en dos
lugares a la vez, es un qbit, puede estar encendido y apagado simultáneamente,
es decir superpuesto.
Las
ondas del cerebro en estado alfa son como un océano cuántico
totipotencial coherente, es decir puede estar en todos los estados simultáneamente,
superpuestos.
Esa mente total con todas los recuerdos posibles pero no reales puede ser
perturbado por uno solo real y concreto. Este sería como un remolino,
un atractor, una perturbación en ese mar
sereno lo cual origina "una tormenta cerebral" que es la amplificación
de “un aleteo de mariposa" en el mar cuántico de microtúbulos”.
Otra forma de mirarlo es pensar que en esas ondas alfa sincronizadas en
un estado de no pensamiento concreto ocurre la decoherencia, al ser perturbadas
por el cambio de fase que ocurre en el bucle tálamo cortical a 40
c/s, cuando éste se sincroniza con los eventos externos por ejemplo
una manzana o el llanto del bebé. Esa decoherencia que se instala
es el colapso de la función de onda
y da lugar a la consciencia,
al pienso luego existo, al siento luego existo, o según Llinás
al “hago binding luego existo. Cada pensamiento es una medición
cuántica, es un elegir una probabilidad de entre las muchas alternativas
que coexisten superpuestas en ese océano coherente y totipotencial
que es la mente. En este sentido cada percepción es un colapso de
la función de onda.
LA
CONCIENCIA ES EL COLAPSO DE LA FUNCIÓN DE ONDA Y ES SINCRONÍA
LA CONSCIENCIA VIENE DE ADENTRO O DE AFUERA?
Según
el modelo RO Orch (realidad objetiva orquestada) de Penrose y Hameroff,
hay un océano de energía o mundo U totipotencial en los microtúbulos
de las neuronas y desde esos qbits surge el imput, ese colapso
de la función de onda que es amplificado por las neuronas fabricando
la consciencia. Para Hameroff el binding tálamo
cortical engancha esa secuencia de unos y ceros que han ido colapsando
la función de onda amplificando
ese input 40 veces en un segundo, llevándolo hasta el mundo macro
de las neuronas e integrándolo con las aferencias que por la vía
tálamica llegan desde los sentidos con los “clics” del mundo exterior.
En cambio, Rodolfo Llinás7, no le apuesta
a la cuántica en las neuronas, pero apoyados en su modelo podemos
pensar que el bucle tálamo cortical “colapsa la función de
onda” cuando integra los clics externos (la manzana el llanto del bebé)
a un ensueño que la corteza viene rumiando a 40 ciclos/segundo.
Los estímulos exteriores sólo son una voz que llega de afuera
en medio de 10 o a veces 99 voces interiores, por esa relación
de 10 aferencias de la corteza al tálamo frente a 1 del tálamo
a la corteza. Cuando vamos de la casa al trabajo, los estímulos
que nos llegan de afuera son “una voz” que encaja con las 99 veces anteriores
(y voces interiores) que nos recuerdan lo pensado en ese recorrido. Es
más importante el ensueño que se lleva en la mente (la manzana
del paraíso, de Newton o del desayuno) que el estímulo aislado
(la manzana en la mano), es más importante el contexto que el texto.
Haciendo una síntesis del modelo RO Orch y el de Llínás,
no es incorrecto afirmar que el binding tálamo cortical “colapsa
la función de onda” cuando un estímulo externo que llega
por el sistema específico (los
sentidos) hace un enganche de fases y se sincroniza con una onda semejante
adentro, en el ensueño del yo consciente que se rumia en el sistema
inespecífico a 40 c/s y que está en diálogo con
ese mundo U no local formado por la red superconductora de microtúbulos
donde están todas las probabilidades, todos los tiempos y posiblemente
conecte todos los seres en un no tiempo impersonal no local, cuántico.
Ese
amplio catalogo de probabilidades o mundo U sería, en “el ensueño
de Llinás”, todos los esquemas motores predeterminados o Patrones
de Acción Fijos (PAFs) que el cerebro tiene automatizados. Son PAFs:
las muecas, los tonos corporales, emocionales, de voz y afectivos. Estos
PAFs son patrones de acción predeterminados que limitan los grados
de libertad del yo, estrechando su
ramillete de probabilidades, pero a la vez lo eximen de tener que pensar
en como: caminar, hablar, nadar, copular, defecar, bailar. Esas Gimnasias
predeterminadas (PAFs) serían ese mundo U de muchas posibilidades
del cual se elige uno cada vez. Sólo una de ellas colapsa
como Realidad Objetiva en cada “ahora”. Pero no colapsa al azar, viene
predeterminada por un ensueño que se sueña, viene predeterminado
por eventos gemelos de otro tiempo. Las aferencias que del mundo exterior
llegan por la vía talámica específica
modulan y activan ese ensueño sintonizando determinados PAFs
y preparándolo para otras aferencias, otros colapsos de la función
de onda, otros ahoras, otros PAFs.
HACER SENSOPULSOGIMNASIA (SPG) ES COLAPSAR LA FUNCIÓN DE ONDA, SINCRONIZARSE
SENTIMOS CON LA SANGRE
Sentir es amplificar ese vórtice
eléctrico desde el mundo cuántico de los electrones superpuestos
en dos estados a la vez en la tubulina de los microtúbulos, hasta
hacerlo devenir en el mundo clásico de las neuronas (S) pero no
somos conscientes en el cerebro, ese input (S) debe descender al corazón
(P) y al cuerpo hasta convertirlo en acciones musculares concretas (G)
que se expresan mediante PAFs. En este sentido sentir es colapsar la función
de onda, es hacer SensoPulsoGimnasia (SPG). Senso se refiere a los cambios
eléctricos, Pulso a los cambios vasculares y Gimnasia a los movimientos
que los dos anteriores implican. Toda sensación S o cambio eléctrico
implica un cambio vascular P. “Sentimos con la sangre”: el ruborizarse,
la erección, el vació abdominal, el frío en las manos
o la jaqueca son cambios vasculares (P) que acompañan a los cambios
eléctricos (S de Senso); pero este colapso SP de la función
de onda no es completo hasta que no implique el sistema muscular voluntario
(los dedos, los labios, la lengua) que en última instancia es el
territorio del yo consciente.
EL RITMO HIPOCAMPAL A 10 CICLOS/SEGUNDO Y EL CORAZÓN
Como
se conectan cerebro (S) y corazón (P)? Mediante un sonido interior
que está en fase con el corazón. En 1978 D. T. Kemp12
descubrió que al hacer un clic sobre el oído o emitir una
nota y colocando un micrófono en el conducto auditivo, en 5 o 25
ms se recoge un eco en una frecuencia principalmente parecida a la emitida.
Estos ecos u otoemisiones acústicas son normales en el 98% de las
personas y pueden ser inhibidas desde el oído opuesto al estimularlo,
lo cual indica que debe ser un eco no solamente local, sino de toda la
vía auditiva. Al hacer
un clic sobre el oído, Mariza Pedemonte5
y su grupo de la U de Uruguay demostraron sincronización de ondas
o enganche de fases entre las
de las neuronas del hipocampo en ritmo theta (8-10 c/s) y distintos
niveles de la vía auditiva (la corteza auditiva primaria, el colículo
inferior, y la cóclea del oído). Pero además demostraron
un
entre esta música “audiohipocampal” en theta con la onda R (la sístole)
del electrocardiograma ECG. Es una sincronía en el tiempo y a distancia
que conecta cerebro y corazón. Detectaron además arritmias
cardíacas que ocurrían durante el sueño paradójico
en cobayos de experimentación cuando se desorganizaba el ritmo theta
en el hipocampo. Pero esta conexión es de doble vía, también
demostraron que el 34% de las veces el núcleo coclear descarga sincrónicamente
con el ruido cardíaco. Eso nos hace pensar que el pulso en el oído
o incluso la propia voz podrían despertar otoemisiones acústicas,
pues “coincidencialmente” el 34% de las veces las otoemisiones acústicas
son espontáneas, sin clic externo que las estimule. A favor de esta
hipótesis está el hecho de que las descargas eléctricas
rítmicas cocleares que se enganchan con el ritmo theta hipocampal
desaparecen al comprimir la carótida homolateral al registro.
EL TREMOR MUSCULAR A 10 CICLOS/SEGUNDO
Y
como se conectan cerebro (S) y corazón (P) al músculo (G)?
Mediante un tremor continuo a 8 o 10 ciclos/segundo con el que los músculos
continuamente vibran, aún en reposo. Este tremor es ampliamente
analizado por R Llinás en su libro "I of the vortex". Así
las cosas los PAFs o Gimnasias osteomusculares serán los “aparatos
de medida cuánticos” que, al igual que el gato de
Schrodinger, colapsan la función de onda al amplificar hasta
“el devenir de Prigogine”, hasta el mundo clásico los fenómenos
cuánticos, amplifican los encendidos o apagados (1 o 0) que desde
el microtúbulo enganchan con la música
audiohipocampal (S) y ésta con el pulso vascular magnificando con
S y P los remolinos o atractores que desde el
microtúbulo o desde el afuera bifurcan a nuevos estados. Esos aleteos
de mariposa y “tormentas cerebrales” formados entre las ondas delta, theta,
alfa, beta y gamma, son en esencia una espiral de octavas bajas, medias
y altas que forman cuencos atractores rítmicos, música.
SÍNTOMAS QUE SON GATOS DE SHCRODINGER O AMPLIFICADORES CUÁNTICOS
Son
FAPs que amplifican los S a través de P hasta el músculo:
Comer uña, frotarse los párpados, alisarse el cabello, mascar
chicle, fumar, bostezar suspirar, los tics, las muletillas, los acentos
del habla, en una palabra respirar, todos ellos son estereotipos motores
rítmicos y secuenciales, son una gimnasia muscular que colapsa la
función de onda y amplifica hasta lo muscular una carga eléctrica
S que altera sutilmente el ritmo cardíaco P y hace SPG. Comer uña,
rayar en un papel haciendo garabatos, contar números descargando
la rabia o tensionar el dedo pulgar contra el pliegue de alguno de los
otros dedos (G) para sentir (S) el pulso (P)
en ese dedo, son Gimnasias que permiten enganchar con el mundo macro (G)
a esa pulsión P y a las sensaciones S que en forma de “stress” perturban
el lago sereno de la mente sacándolo de su coherencia y su sincronización
(decoherencia). Aquellos aparentes tics o compulsiones
no son manías sin sentido, son un sentir cuántico,
una SPG que colapsa la función de onda de un modo inconsciente.
Rayar, contar o sentir el pulso es una “catarsis” que las hace conscientes.
Nuestro sentir es cuántico y muchas patologías que hemos
menospreciado como histeria, somatizaciones, compulsiones o adicciones,
son mecanismos energéticos o cuánticos. Son expresión
de ese ensueño rítmico cadencioso y mecánico que cantan
nuestros sistemas extrapiramidal y es hecho con-siente por el sistema piramidal
a través de los músculos voluntarios, de sus muecas y tonos
vocales, de los Patrones de Acción Fijos PAFs) sobre los que galopa
nuestro ensueño, ese drama interno que el yo sueña en su
devenir y en sus relaciones.
Con esta misma lógica se pueden interpretar el bruxismo, la hipertensión, las arritmias, el síndrome de pánico, del túnel carpiano, la tensión de la nuca, la opresión precordial, las contracturas paravertebrales, el asma, etc. Todas ellas son una Gimnasia inconsciente que busca colapsar la función de onda, enganchar ese tono muscular en tensión dinámica (G) con las notas que por el sistema audiohipocampal están siendo llevadas desde el bucle talamocortical (S) hasta el corazón (P). La voz hablada o pensada o la simple respiración son la mejor SPG que colapsa la función de onda. Un respiro se logra al sentir que el hilo eléctrico (S) del corazón (P) se engancha con la respiración (G), estos tres tonos: agudos (S), medios (P) y bajos (G) alineados son un respiro de alivio que al colapsar la función de onda en el pecho o en el pulso, restablecen la música corporal. La sexualidad es la SensoPulsoGimnasia más fisiológica y terapéutica. Las tensiones pélvicas son los bajos (G), el pulsar de la sangre en los genitales son los intermedios (P) y el escalofrío en piel son los tonos agudos (S). En la voz, en la sonrisa desde el corazón también se alinean esos tres tamaños de anillos musculares y frecuenciales en tonos bajos, intermedios y altos. Al cerrar los ojos esas tres gamas de frecuencia pueden verse como anillos de colores o punticos de tamaño grande, mediano y pequeño que despiertan un zumbido en los oídos, grave como el tremor de un motor, o agudo como el de un grillo.
Ese
eco es más agudo
mientras más pequeños sean los punticos. Hacer un ejercicio
intenso es una G en tonos bajos que hace sentir: el pulso agitado (P),
zumbar los oídos, ver luces frente a los ojos y un escalofrío
eléctrico (S). Este escalofrío hace sudar la piel para mejorar
la conducción de ese voltaje que no es diferente del recogido por
los electrodos del EEG y el Electrocardiograma (S). El
pulso radial es específico para las bajas frecuencias, el pulso
cubital para las intermedias y el pulso de los dedos para las altas. Mientras
más hacia la punta, más electricidad se siente, más
alta es la frecuencia. Pero esos agudos descubiertos en la piel de los
dedos deben descender al pulso radial (los bajos) enganchando en él
bajos y agudos en sincronía.
Igual
que el eco de Kemp, o el bucle tálamo cortical
cambian su frecuencia o amplitud de pulsación con “los clics” externos,
en la arteria se puede sentir un reseteo de la onda del pulso en respuesta
a estímulos o “clics” inducidos desde afuera. Ese reset cambia la
música o el ensueño que se venía “rumiando”. Esos
“sobresaltos cardiacos” fueron descubiertos por el cirujano cardiovascular
René Leriche en 1943 mientras operaba a un paciente con un aneurisma
o dilatación de la aorta, dicho aneurisma se hacía más
amplio (P) cuando él acercaba su mano sin tocarlo (S). Paul Nogier
redescubrió este reflejo y lo llamó señal autonómica
vascular (VAS). A la luz de esta visión cuántica del sentir
el VAS es un cambio en la amplitud de la onda del pulso (P) que se presenta
cada que se hace un estímulo sobre el campo energético (S).
Un stress psíquico, emocional o relacional hace las veces del estímulo
sobre el campo, el corazón responde aumentando
esa amplitud de pulsación (P) y el músculo inconscientemente
hace la gimnasia que en forma de síntoma (hipertensión, pánico,
comer uñas) colapsa la función de onda. Este
reflejo vascular fue utilizado por Nogier para dialogar con el organismo
y corregir circuitos de bioinformación. La auriculomedicina de Nogier,
La Bioenergética, la Sensopulsogimnasia, la Pulsología China
y la del Ayurveda son técnicas terapéuticas que observan
en el pulso el colapso de la función de onda, utilizando de un modo
terapéutico este percibir no lógico sino musical, resonante,
que ocurre mediante la sincronización, el cual es actualmente el
mecanismo más aceptado como responsable de las comunicaciones entre
poblaciones neuronales. Lo que nosotros percibimos como imágenes,
sonidos o cosas para las neuronas son ondas, variaciones en sus oscilaciones
intrínsecas, intervalos musicales.
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